Páginas

jueves, 8 de noviembre de 2012

Hay relaciones que nacen, crecen, se mueren, las revives una y mil veces. Pero cuando llegas a la mil y una, te das cuenta de que hace tiempo murió y no te quisiste dar cuenta. Lo mejor llega cuando la dejas marchar y no te duele, ni te da pena. Sino que sientes una absoluta indiferencia. Y eso es el peor sentimiento que puede producir una persona. El amor o el odio son sentimientos, ambos pasionales, pero la indiferencia es nada.

No hay comentarios: