Páginas

viernes, 25 de octubre de 2013

Veinticuatro.

Treinta y siete meses. Ha llovido tanto en este tiempo. Cuántas lágrimas; infinitas sonrisas.
Aún puedo recordar vagamente el calor y el olor a sal. Pensaba que todo era perfecto, hasta que vi tu sonrisa por primera vez. Hablan de la belleza, sin haber escuchado tu risa.
Aún puedo escucharla y recordarla, como un tesoro.

Cómo pusiste mi vida patas arriba con solo un leve contacto de piel. Cómo aún me emociono al recordarlo. Apostaría todo lo que tengo a que fue la primera y última vez que llegué a sentir algo bajo mi piel.
Daría todo lo que tengo por volver a sentirte.

No, no me enamoraste Veinticuatro, pero... provocaste en mi algo más grande incluso, si es que es posible tal cosa. Algo tan grande que me dejó, en parte, vacía. Un sentimiento desconocido para mi, incluso ahora.

No he podido volver a sentir nada por nadie. Y no es justo. ¿Podré llegar a sentir? ¿Podré llegar a enamorarme? Porque me mata por dentro tanta frialdad. Una razón para que siga bombeando mi corazón y la sangre fluya por mis venas.
Al igual que es necesario respirar, dormir o comer. También lo es sentir. Quiero volver a sentir lo que sentí contigo. Quiero conocer a alguien que valga la pena, y entregarle todo. Que me reviva en todos los sentidos posibles.


No hay comentarios: