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lunes, 30 de septiembre de 2013

Warrior.

Cuando anochece y llegan los miedos. 

Ese miedo a querer. Cualquier persona ha amado y sufrido, todos tienen una cicatriz. 
Tal vez, debido a ese miedo, nunca he llegado a querer a una persona. 
Este vacío que no consigo llenar, que nadie ha llenado. Querer ser querida, pero sobretodo, quiero querer. Aunque sufra, aunque duela, aunque llore. 

Tengo tanto miedo a que me hagan daño que, al final la que se está autodestruyendo soy yo.
Tengo tanto miedo a depender en todos los sentidos de una persona, que me estoy muriendo por dentro.
Siempre miedo, miedo, miedo. 

Dicen que si no te quieres tú mismo, no podrás querer a nadie; quizás ese sea el problema. Y quizá no deje que nunca nadie me quiera. Apartando de mi a la gente que me quiere, como si así resolviese todo. 
Sin embargo, quizás algún día encuentre a alguien que quiera compartir mi dolor. 

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