a u t u m n l e a v e s

Mentiría si digo que no te he querido buscar,
porque por querer habría ido hasta el fin del mundo a por ti.
Y digo la verdad cuando reconozco que no he podido,
que lo he aplazado, como cuando aplazas todo para el lunes
No solo te he aplazado, sino que también, te he intentado sustituir,
he decir a mi pesar, que sin mucho éxito.
A pesar de que he llorado por alguien que no eras tú,
alguien que no lo merecía.
A pesar de que he besado a alguien que no eras tú,
alguien que no me merecía.
Aquí sigues, en un segundo plano.
He conseguido continuar con tu recuerdo en mi espalda,
a cada paso que doy, en cada parada en el camino.
Sabes, me gustaría que supieses que creía haberme enamorado por primera vez.
Sí, de alguien que no eres tú.
Increíble, ¿verdad?
Francamente, no me enamoré de ti, no me diste tiempo a intentarlo.
Tu encuentro tan efímero como devastador,
como abrumador.
Para mí, fue más intenso que cualquier amor jamás vivido,
esto me hace pensar, de vez en cuando, en cómo habría sido tener algo contigo.
Esto me hace querer buscarte, otra vez.
Por imposible que parezca, el mundo no es tan grande.
De hecho, 130 km no son nada por ver de nuevo la cara que puso mi vida del revés.
Tú.
Gracias, de nuevo.
Ahora sé que no he estado enamorada, que sigo esperando.
Porque X no me ha enamorado, ni me ha abrumado, ni devastado como hiciste tú.
X me ha roto, no ha dejado huella como tú, ha dejado una cicatriz.
Y eso, me enseñaste tú, no es amor.
Es jugar.
Es engañar.
Sucio.
No es amor.
El amor es puro, equilibrado, brillante.
Lo que viví fue turbio, descompensado, cegador.
Eso no es amor.

No se porqué te extraño, tal vez sea octubre,
y este calor insólito.
Tal vez, necesito noviembre y su frío.
Y tu recuerdo palpitando abrasador.

Ahora, no hay nadie a quien conocer,
nadie interesante.
Así que voy a darle una oportunidad a una persona que he tenido algo
desatendida,
y esa persona soy yo.

Hasta que nos volvamos a encontrar.