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viernes, 28 de noviembre de 2014

Stupid love

Empiezo a mirar las cosas desde otra perspectiva,
veo la vida de otro color,
porque el gris está bien,
y el negro pega con todo,
menos con mi vida,
se llevan a matar
como el rosa y el rojo,
exceptuando que la vida no me da puñetazos,
me da palizas,
y de todas he salido,
no diré que entera,
porque francamente no lo se.

Me lleno de vida,
de positivismo,
de color.

Porque todo pasa por algo,
algunas veces ese algo
es por gilipollas,
pero aprendes.


¿Sabes? Tengo un secreto,
uno pequeño.
Y es que cuando algo se rompe una vez,
no puede volver a romperse.
Se puede arreglar, sin embargo, aunque aparentemente se vea arreglado, las grietas están ahí, y no hay vuelta atrás.
Así que, si se vuelve a caer y se rompe, no importará tanto. 
Como cuando tiras sin querer el jarrón más bonito de una galería de arte, lo arreglas, pero no queda igual, y lo desplazas a un lugar secundario. 

Sigues siendo frágil,
pero sin valor.



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