Inferno

Febrero

Nunca enero había sido tan cálido,
nunca antes había estado en tus brazos,
no,
no lo llamemos casualidad,
no ofendamos al destino.

Pero llegó ella,
Febrero, sí,
ella.
Nosotros solo entenderemos el porqué.
Nunca un mes fue tan puta,
ni un San Valentín tuvo tan poco amor,
aunque pasión sí,
porque siempre había de eso,
y cerveza.

Febrero,
cuesta abajo
y sin frenos,
¿para qué?
¿para qué conectar la razón y bajar el volumen del corazón?
Para poder pegarnos la hostia del mes,
¿del mes he dicho?
perdón, quería decir del año.

Dudas, dudas, medias verdades, medias mentiras.

Febrero me enseñó a luchar,
también me enseñó a no aferrarme
a nadie,
a nada,
porque a la larga...
a la larga entenderás el porqué.

Y decides que tienes que vivir ese momento,
pero sin alargarlo demasiado,
los dramas siempre se me han dado muy bien pero
solo cuando merece la pena,
y lo que nunca pensé que pasaría,
pasó.

Llegó Marzo,
con tarrinas de 2 litros de chocolate,
y películas de 2 horas para llorar,
no por la soledad,
no por la traición,
no por la estupidez,
no por querer pegarte de hostias a ti misma,
sino porque el drama de tu película favorita era realmente bueno,
y qué menos que soltar una lágrima,
o un mar,
joder,
siempre lo he dicho,
si vas a llorar, llora hasta quedarte vacía;
si vas a reír, ríete hasta que te duela la barriga.
Si vas a hacer algo, hazlo bien;
sino retírate.

Tantas veces me repetí aquella frase: "Primavera ven y cúrame el invierno", que me ha dejado tocada, pero no hundida. Y emprendí de nuevo el rumbo, sin dirección, porque las buenas costumbres, no deben perderse nunca...

To be continued (Como en las mejores series)